El anuncio del Gobierno de México sobre la postergación de la exigencia de visa para ciudadanos peruanos ha generado un revuelo en ambas naciones. Inicialmente programada para entrar en vigor el 20 de abril, la medida ahora se ha pospuesto hasta el próximo 6 de mayo, según lo publicado en el Diario Oficial de la Federación. Esta decisión se ha tomado con el fin de implementar adecuadamente la medida y ajustar el plazo necesario para su entrada en vigor.
Por otro lado, la respuesta del gobierno peruano no se hizo esperar. A través de un Decreto Supremo, se había establecido el requisito de visa para los ciudadanos mexicanos que visitaran Perú. Sin embargo, pocos días después, el Ministerio de Relaciones Exteriores peruano anunció la revocación de esta norma. Esta acción responde a las solicitudes del sector turismo y en consonancia con los principios de la Alianza del Pacífico, reafirmando el compromiso de Perú con la integración regional y los lazos de amistad con México.
Este cambio en las políticas de visa entre Perú y México impacta directamente en los viajeros de ambas naciones. La postergación de la exigencia de visa para peruanos que deseen ingresar a México implica un alivio temporal para aquellos que planean visitar el país azteca en un futuro cercano. Mientras tanto, la revocación de la exigencia de visa para mexicanos que visiten Perú representa una apertura y facilitación de los viajes entre ambas naciones, promoviendo la integración y el intercambio cultural.
Este vaivén de regulaciones de visa entre Perú y México refleja la complejidad de las relaciones internacionales y la importancia de encontrar un equilibrio entre seguridad y facilitación del turismo y los negocios. Ambos países buscan fortalecer sus lazos diplomáticos y comerciales, mientras aseguran un flujo de viajeros seguro y ordenado. Es crucial seguir de cerca estos desarrollos para entender cómo afectan a los ciudadanos y las industrias de ambas naciones.